martes, 16 de agosto de 2011

No digas nada.

No digas nada, mantente en silencio. Tu mirada ya habla por ti. Y la mía.

Quiero sentir esto, quiero saborearlo hasta agotar la última gota de esta extraña sensación.

Tu. Yo. Dos extraños unidos de forma aleatoria. Yo. Tu.

lunes, 8 de agosto de 2011

Londres...

Nuevas historias. Nuevas caras. Nuevas experiencias. 

Sentirte libre es la mayor satisfacción que existe. Hacer lo que quieras cuando quieras. Sin importar el que dirán. Sin importar el mañana. Correr, correr tras tus sueños.

Digamos que es... una experiencia inolvidable. Indescriptible. 

viernes, 5 de agosto de 2011

Tu insistencia, mi orgullo. Totalmente incompatibles.

Soy especialista en negar lo evidente. En cegarme a creer la realidad. Considero que todo es más difícil de lo que parece ser. Que el interés siempre está de por medio.

Tú, que me lo ofrecías todo. Que insististe hacia límites insospechados. Y yo, no te creí, no quise creérmelo. No confié en tus palabras. Y callé por no arriesgar. Callé por miedo a darme cuenta que tus propósitos eran otros. Yo... que me tragué aquellas incasables mariposas por no ceder.

...Y ahora, ahora no somos nada. Aquel orgullo que me impidió ceder ha pasado factura. Te observo tras la ventana empañada de aquel lugar donde múltiples veces fui a buscarte. Callo. Callo y trago palabras. Callo y trago sentimientos.

Y te das cuenta que, a veces, es mejor arriesgar.

Quizás...

este es mi lugar.