viernes, 25 de septiembre de 2015

¿Sabes qué? Esto tenia que pasar. No sé si existe el destino y si en ese caso, nos tendrá algo escrito, lo que si sé es que tarde o temprano nuestro encuentro iba a ocurrir.

Algún día ibas a renacer las mariposas que un día creaste, que hace años sembraste en mí. Sabía que algún día mis labios probarían el sabor de tus besos, y la calma que transmiten tus abrazos.

Y... Ahora... Dime.

Dime que todo no es mentira, dime que lo sientes igual que yo y entonces haré caer la coraza. Esa misma que un día creaste y deseo destruir. Dime que esta vez si. Que esta vez nuestro encuentro es el definitivo, que tantos años de desencuentros nos tenían que llevar aquí.. Quitame este miedo a pasarlo mal, a que me hieras, a que me dejes hundida en un barco que tu me has invitado a entrar. 

Y si no va a ser así.... Dilo. Dilo cuanto antes... Y yo saldré corriendo, una vez más.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Si vienes, que sea para quedarte

Nunca me han gustado las historias a medias. Las intermitencias, la incógnita de cuando vas a aparecer de nuevo.

Puede que sea un defecto mío. Me gustaría dejarme llevar más y pensar menos. Lo intento, lo juro que lo intento. Pero a veces sacar pensamientos de la cabeza es más difícil que hacer desaparecer sentimientos.

Y por ello te digo que si vienes que sea para quedarte, quedarte un día, meses o años. Pero que si estas, estés. Al 100%. El tiempo que sea, pero que te entregues como yo. Que no vayas y vengas. Porque las montañas rusas me marean, y acabarás haciendo que no disfrute el recorrido. O que me baje antes de tiempo.

Sé que así eres tú y la culpa, al final de todo, la tengo yo. Por exponerme a esto, por subirme a una atracción donde el cartel avisaba de su peligro.


sábado, 5 de septiembre de 2015

Y todo se fue, como vino. Tan sencillo e ilógico a la vez. Y es así. El amor llega de repente a tu vida en un día cualquiera, una tarde cualquiera. Tú ni si quiera te puedes hacer una idea de aquello que vendrá. Y cómo vendrá...

    Te revolucionará todo. Pondrá tu vida patas abajo, harás cosas que ni imaginabas, vivirás todo de modo diferente. Con otros ojos. Con sus ojos. 
      
                 Y...
Es entonces cuando decides entregar tu corazón. Si, literalmente. Porque cuando estás enamorado te hacen más daño las cosas que pasen al otro que a tí. Sus heridas se vuelven tuyas y sin su felicidad la tuya es impensable.


...... Hasta que todo pasa. Si t e r m i n a. Y tú te quedas fría, congelada más bien. No sabes a donde ir, que hacer. Tus planes, la vida a la que estabas acostumbrada ha desaparecido de repente. 


¿Pero sabes? El corazón es sabio y sabe autoconstruirse. Y no sabes como de placentera es esa sensación de volver a ser feliz porque tú lo eres, no porque otro lo sea...