domingo, 29 de enero de 2012



Un tú y un yo que evitan encontrarse. 

Pero es irremediable.

Se vuelven  a encontrar sin quererlo, 

se sienten sin ni si quiera elegirlo.

Un tú y un yo que se nos escapa de nuestras manos continuamente, 

que intentan mantenerse en la delgada línea de 


lo prohibido y del deseo.

Dos palabras que lo dicen todo.


Te quiero


(Así de simple, no hacen falta más palabras. )

viernes, 20 de enero de 2012

Hoy puedo decir que encontré mi sitio.

Esa felicidad que te invade cuando sientes que estás en el lugar indicado. Cuando las dudas desaparecen, cuando ves que realmente amas lo que estás haciendo. Plenitud, satisfacción. 

Dudé tantas veces si había tomado el camino correcto, si podría ser útil en el sendero que elegí. Y estos días me siento tan llena, me sube una energía brutal hacia arriba. No hay nada como decir que realmente encontraste tu sitio.

Los que me acompañan en mi camino saben lo que digo, saben la magia de esta profesión . Lo feliz que te hace el abrazo de un niño,  verlos sonreír cada día, escuchar como dicen que te quieren, o hacer de esos pequeños grandes personas. Sentir que estás haciendo lo mejor por ellos... Es cierto. No es fácil, y me repito, quien me acompaña en este camino saben lo que digo. No es fácil hacer que un niño reflexione, calle, vea lo que está haciendo mal, que te escuche, te respete... Quizá es lo más difícil a lo que te hayas enfrentado. Pero cuando ese mismo niño deja atrás ese diablito, te dice un lo siento, un ¿Me perdonas?, 'te quiero', sonríe, o te abraza... Todos los baches habrán desaparecido.

Hoy puedo decir que soy feliz, no entiendo como en a penas cinco días he cogido tanto cariño a esos enanos.  Los quiero. De verdad. Hacen que me levante cada mañana con una sonrisa. Y por ello, diré que por fin siento que no me equivoqué, que voy a seguir luchando en este camino como la que más. Porque soy feliz, porque ellos me hacen feliz.

martes, 17 de enero de 2012

La simple idea de que puedes estar alejándote ya hace que baje empicado de esta maldita montaña rusa. Si no sientes esto como antes, si no me quieres como solías hacerlo, dímelo. Siempre me ha gustado saber la verdad...

viernes, 13 de enero de 2012

No sé lo que te hace grande, no entiendo de cómo y por qué...


No lo sé, pero tengo dependencia de ti. He llegado a un punto de que te necesito ahí, sentirte, sentirte que lo darías todo por mi. Puta egoísta. Que pide sin dar. Juro que haría lo que fuera por ti, me comería el mundo por uno de tus besos. Sentimientos y palabras. Y cuando llega la hora de la verdad me acojono. Quizá es porque tengo la sensación de que no será para siempre. Quizá es porque nunca he sido tan valiente y tú estás sacando esa parte escondida, que ni yo misma conocía. Quizá sea por lo que siento o por lo que deseo tenerte a mi lado. Acariciarte sin centímetros de por medio. Verte sonreír mientras nos vamos separando poco a poco del suelo. Pff... Si supieras cuánto odio no ser capaz de demostrarte. Y cuanto odio aún más, que no puedas ver todo lo que siento por ti. Todo lo que daría por ti. Todo lo que daría por poder mirar esos ojos toda una noche, callados, mientras te susurro al oído esta historia de imposibles que dejó de serla...


Ojalá pudieras ser yo por un momento, y ver todo lo que estoy superando por ti. Todos los miedos que estoy dejando atrás por ti. Esto es tan grande que ya ni callarlo puedo.

viernes, 6 de enero de 2012

Un día especial...

Hoy es un día especial... Puede parecer una tontería, pero lo es.

Es la última vez que mi hermana ha venido a mi cuarto a las ocho de la mañana, me ha tocado el pie para despertarme y me ha sonreído, como cuando eramos pequeña, como hemos hecho cada uno de estos diecinueve años. Y las dos como niñas pequeñas nos hemos levantado antes que nuestros padres, a hurtadillas, intentando mantener el silencio hasta llegar al salón, con la cosquillita esa metida en el estómago. Puede que nos hayamos hecho grandes, pero, tal día como hoy es como si las dos volviéramos diez años atrás. Y, después de ver todos los regalitos liados en el sofá, corremos hacia la cama de nuestros padres, gritando como locas ¡Que ya han venido los reyes! Fíjate tu que tontería, como si ellos no hubieran sido los que han puesto todos los regalos.

He sido una niña afortunada, por tocarme una familia como la que tengo, por mantener la ilusión, por tener a una hermana que quizá a veces, no merezco. Pero la quiero, y siento que aunque el año que viene no venga a mi cuarto a despertarme, aunque no abramos los regalos juntas, y no vea mi cara de felicidad al vernos a todos juntos una vez más una mañana de reyes. Ella seguirá estando ahí, cerramos una etapa de nuestra vida, es cierto. Pero empezamos otra, en la que nos depara quizá un futuro mejor...

Por todo ello, aunque la gente sea materialista, y yo a veces también lo sea, a mi, los reyes, cada año me traen lo que quiero, lo que me merezco, una familia enorme, que da por mi todo cada segundo, que me hacen sonreír, feliz. Porque ese es el regalo más grande... la felicidad.

miércoles, 4 de enero de 2012

¿Por qué todas las putas canciones me recuerdan a ti? ¿A este amor imposible?


Joder, maldito nudo en la garganta. Que hace que caiga de la montaña rusa en picado...

martes, 3 de enero de 2012

Tú me llevas, tú me elevas...


Mi piel piensa en ti, y automáticamente me recorre un escalofrío por todo el cuerpo. Que sube desde el estómago y me pone la piel de gallina. Un escalofrío que sale a modo de suspiro por mis labios. Labios que desean un encuentro. Quizá en una habitación mientras mi cuerpo se apoya en una pared que servirá de equilibrio, quizá en algún lugar perdido en el que solo se oiga la respiración acelerada de un cuerpo que está calmando su sed... El lugar, que más dará el lugar donde esos labios encuentren a su dueño.


Porque ese encuentro, de dos bocas que se buscan descontroladamente, de dos personas que se quieren... ese encuentro será el flashback de mis pensamientos durante años, décadas o siglos. Porque mis pies subirán hacia el infinito, para no volver jamás. Porque tus besos serán descargas de aire que me ayuden a sobrevivir en esta 'línea recta' de distancia, en este mundo paralelo.