jueves, 22 de marzo de 2012

Tengo la curiosa capacidad de reconocerte entre una multitud de gente. O es el destino, que tiene la capacidad de ponernos en el mismo espacio, casualmente. Sin ni si quiera planearlo, sin ni si quiera pensarlo. 

Y de repente veo una sonrisa, desde kilómetros, y mi corazón comienza a latir desenfrenadamente. Eres tú, son tus ojos. Sí, soy totalmente consciente de que no habrá un nosotros, pero no puedo negar que ver tu sonrisa, seguir tu mirada, me hace feliz. Hace que vuelva a ser yo, o que sonría tontamente durante horas. Contemplar tu risa nerviosa es similar a una descarga de energía. 

Esta vez no hablaré de miedos, ni vértigos. Porque no tienen sentido, porque vivir con miedo no es vivir. Porque quiero saborear cada segundo, quiero disfrutar del instante. Y si tu formas parte de él, entonces, esta primavera un poco loca tendrá más color que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario