Puede que sea un defecto mío. Me gustaría dejarme llevar más y pensar menos. Lo intento, lo juro que lo intento. Pero a veces sacar pensamientos de la cabeza es más difícil que hacer desaparecer sentimientos.
Y por ello te digo que si vienes que sea para quedarte, quedarte un día, meses o años. Pero que si estas, estés. Al 100%. El tiempo que sea, pero que te entregues como yo. Que no vayas y vengas. Porque las montañas rusas me marean, y acabarás haciendo que no disfrute el recorrido. O que me baje antes de tiempo.
Sé que así eres tú y la culpa, al final de todo, la tengo yo. Por exponerme a esto, por subirme a una atracción donde el cartel avisaba de su peligro.
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