viernes, 13 de enero de 2012

No sé lo que te hace grande, no entiendo de cómo y por qué...


No lo sé, pero tengo dependencia de ti. He llegado a un punto de que te necesito ahí, sentirte, sentirte que lo darías todo por mi. Puta egoísta. Que pide sin dar. Juro que haría lo que fuera por ti, me comería el mundo por uno de tus besos. Sentimientos y palabras. Y cuando llega la hora de la verdad me acojono. Quizá es porque tengo la sensación de que no será para siempre. Quizá es porque nunca he sido tan valiente y tú estás sacando esa parte escondida, que ni yo misma conocía. Quizá sea por lo que siento o por lo que deseo tenerte a mi lado. Acariciarte sin centímetros de por medio. Verte sonreír mientras nos vamos separando poco a poco del suelo. Pff... Si supieras cuánto odio no ser capaz de demostrarte. Y cuanto odio aún más, que no puedas ver todo lo que siento por ti. Todo lo que daría por ti. Todo lo que daría por poder mirar esos ojos toda una noche, callados, mientras te susurro al oído esta historia de imposibles que dejó de serla...


Ojalá pudieras ser yo por un momento, y ver todo lo que estoy superando por ti. Todos los miedos que estoy dejando atrás por ti. Esto es tan grande que ya ni callarlo puedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario