martes, 20 de diciembre de 2011

Con solo una mirada.

No encuentro el por qué, quizás es una manía o que soy demasiado mete-en-todo. Pero suelo fijarme en como se comportan un chico y una chica cuando van juntos. Ver si entre ellos hay pura amistad o algo más, me es puramente fácil. ¿Que por qué es fácil?

Mírala a ella, aprecia el brillo de sus ojos, observa la forma en que le mira a él. Con adoración, como si su respiración fuera al compás de sus latidos.

Míralo a él, detente en su sonrisa, de lado. Intenta ocultarla para hacerse el duro, pero le resulta imposible. Mira como la acaricia, con delicadeza, con las yemas de sus dedos, para robarle alguna que otra mariposa que revolotea alrededor.

Míralos a los dos, hablan sin decir ni una sola palabra. Por un lado Ella, que se toca el pelo, coteta, intentando que él se percate de que sus pies en ese momento van a un ritmo diferente. Y por otro lado, él. Que se da la vuelta cuando ella se despide, para observarla con calma. Él, que se hace el duro pero esta pillado hasta las trancas.

No, no es una facultad que poseo para darme cuenta de estas cosas. Se trata de aprecias los pequeños detalles, de observar las miradas ajenas y reconocer que se puede sentir sin necesidad de gritarlo a los cuatro vientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario