jueves, 22 de diciembre de 2011

No es otro típico balance-final-de-año.

Se va acercando la navidad, el fin de año, todas estas fechas ñoñas en las que sueles pensar más de la cuenta. En lo que has conseguido en este año, lo que has perdido, lo que has sentido, los sueños que has alcanzado y una lista infinita de momentos memorables, para bien o para mal.

La verdad es que ha sido un año bastante bueno. Si, me atrevería a decir que ha sido el mejor, o uno de los mejores de mi vida. He conocido a gente que... no encontraría palabras para describir. Me han hecho soñar, y alcanzar lo que me he propuesto. Me han hecho sentir y vivir. Me han enseñado que... la amistad merece la pena, a pesar de que nos separen cientos de kilómetros de distancia. No podría nombrarlos uno a uno porque me faltarían páginas y páginas en este blog. Pero cada uno se merece su espacio aquí, porque junto a ellos he alcanzado sueños que jamás pensé que iba a alcanzar. He viajado, sí. Y eso me ha hecho feliz, Barcelona, Madrid, Londres... viajes tan diferentes y todos tan mágicos. En este año he tomado decisiones importantes, me he equivocado, me he caído y me he vuelto a levantar. He vuelto a sentir, he vuelto a ilusionarme, a querer, a revolotear todo mi interior... he terminado con relaciones que nunca pensé que iba a terminar, pero como dicen por ahí, cuando se cierra una puerta otra se abre... Y es la verdad.

Este año, no lo cambiaría por nada del mundo. No hay ningún ' borraría esta parte' No. Porque cada momento me ha llevado a otra etapa. Cada tropiezo me ha ayudado a superarme. Solo pido que el 2012 se parezca un poquito al 2011...

Y no, esto no es otro de esos balances típicos que se hacen a final de año. Solo necesitaba escribirlo, porque al ponerme canciones ñoñas en el reproductor, me entran unas ganas de escribir enormes. Y esta vez ha salido esta entrada medio rara. Y que a mi me hace feliz leer. Porque me hace recordar que hay imposibles que un día consigues sin darte cuenta (:

No hay comentarios:

Publicar un comentario