lunes, 19 de diciembre de 2011

Me he convertido en una bipolar. En una montaña rusa personalizada.

Pero es que me ha dado fuerte. A veces me encuentro tan tranquila y en las otras es como si por dentro tuviera a millones de mariposas queriendo salir. Si, para qué negarlo a estas alturas. Me importa una mierda la situación. A veces... me dices lo siento. ¿Lo siento? ¿Por qué? Me has ayudado a resurgir. A superar mis problemas. A volver a sentir. Puede que no sea la mejor situación del mundo. Pero me han devuelto la ilusión. Sonrío por cosas tontas, y se me olvidan cosas importantes. Me pongo nerviosa al oír tu voz. Y me podría pasar horas leyendo cada mensaje. Así que no digas lo siento, no si no vas a añadir un 'lo siento tanto como tú', siento todo esto con la misma intensidad.

Cada canción, cada letra, cada palabra, me recuerda a ti. Y me rallo, y pienso. Y reflexiono si esto no es tan grande como creemos. Pero vienes tu y me dices que me quieres, y mi cuerpo responde temblando. Y entonces me doy cuenta que sí, que sí es tan fuerte como creo. Que es tan grande como pienso. Que muero si me coges de la mano. Que muero si me dices que dentro de cinco minutos estas aquí. Que muero si te siento a mi lado.

Sí, esto es otro de esos subidones tontos de los míos. Otra manifestación de que necesito tus besos más que nadie en este mundo. Ya no es momento de ocultar lo que siento. Ya no...

No hay comentarios:

Publicar un comentario